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Cómo regular un plato Technics SL

[Estaba revisando documentos en mi disco duro, y ha aparecido una pequeña guía que hice hace la friolera de 10 años, en junio de 2007, acerca de cómo regular un plato Technics SL-1200/1210. De nuevo, el lenguaje utilizado pretende ser cercano e incluso a veces demasiado informal, pero es lo que escribí en su momento para ofrecerlo en Hispasonic, y no querría que quedase sin incluir aquí]

 

En este manual se presentarán los pasos a seguir para realizar los ajustes correctos –bajo mi punto de vista- a efectuar sobre un plato giradiscos Technics de la serie SL, para distintos usos (mezcla en sesión, reproducción, turntablism…).Se empleará un lenguaje lo más comprensible posible, de modo que pido disculpas si alguien considera que los términos no son los adecuados. Intentaré introducir algunos conceptos básicos de física que pueden hacer comprender mejor el funcionamiento del plato; siento profundamente si confundo ciertos términos, puesto que hace bastante tiempo que no ejercito esta materia (vaya cruz de carrerita me ha dado, coñe), o si resulta pesado o poco comprensible. 

 

1. INTRODUCCIÓN
A grandes rasgos, el funcionamiento de un plato consiste en transformar unas vibraciones mecánicas que el surco de un disco produce sobre una aguja, en una señal eléctrica que se lleva a un preamplificador RIAA, que linealiza la señal (a la salida del plato, el espectro no es plano, y hay que corregirlo). Como los ajustes del plato afectan, principalmente, al comportamiento de la aguja al interactuar con el disco, veo recomendable entender a grandes rasgos cómo funciona este mecanismo.
Si miramos un surco transversalmente (figura 1.A), vemos que va deslizándose bajo la aguja, y ese roce produce el movimiento de la misma, que, mediante un sistema de bobinas e imanes, se convierte en una señal eléctrica; la cápsula es un “transductor”. Si mirásemos el surco desde arriba, veríamos esas rugosidades en ambas “laderas” (figura 1.B… al menos lo he intentado :)).

AgujaSurcos

Figura 1

La información del canal derecho está en una “ladera” del surco, y la del izquierdo en el otro. No recuerdo exactamente si era la ladera interior o la exterior la correspondiente al derecho, pero, vamos, para el caso es lo mismo. O no. No sé.Bajo mi humilde punto de vista, me parecería más lógico que en una ladera estuviese la suma de la señal de los dos canales, y en la otra, la diferencia. Así, cualquier picotazo o desgaste mayor en una de las laderas, que no apareciese en la otra, se podría compensar, porque afectaría por igual a ambos canales. Pero ahora eso da igual. Creo que es R por una ladera, y L por la otra. Yastá.Este punto es importante, como veréis, para el ajuste del antiskating.
Ahora vamos a ir viendo, punto por punto, los parámetros básicos  que se le pueden ajustar a un plato.

 

2. AJUSTE DE LAS PATAS DE LA BASE
Como sabéis, el plato apoya sobre 4 patas, que se atornillan a la parte de goma espesa que forma la base del plato. Si el giradiscos no se ha colocado en una superficie horizontal, o alguna pata está ligeramente más sacada que otra, el plato puede no quedar horizontal.
Para ver si está bien regulado en este aspecto, es habitual utilizar el adaptador para discos de 45 rpm (ver figura 2), pero personalmente prefiero utilizar una bolita o una canica: la pata hacia la que va es la que tienes que subir. Cuando se quede quieta, la altura de las patas será la correcta. También se puede utilizar un nivel o incluso un vaso de agua (que la superficie quede paralela al borde del vaso 😉 ).

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Figura 2: Truco del almendruco para regular las patas

3. AJUSTE DE LA ALTURA DEL BRAZO
Normalmente los fabricantes de cápsulas y agujas diseñan sus modelos partiendo de la base de que el brazo del plato va a estar en un plano horizontal.
Esta regulación se realiza sobre la rueda grande que se encuentra en la base del brazo (ver figura 3). Es, simplemente, una rosca que eleva progresivamente el bloque del brazo, y tiene un ajuste muy fino.

 

RuedaAlturaBrazo

Figura 3: Rueda de ajuste de altura del brazo

La rueda tiene una palanquita de bloqueo; para modificar el ajuste, habrá que desbloquear esta palanca (donde pone “Lock”).
Para llevar a cabo este ajuste, se coloca un disco en el plato, y se apoya la aguja (recomiendo hacerlo con el disco en movimiento). Se mira el plato desde el lado, con los ojos en el mismo plano que la parte superior del chasis, y se observa si el brazo está horizontal (ver figura 4).

BrazoHorizontal

Figura 4: Plano del brazo paralelo conel plano superior de la carcasa del plato

Si el brazo no estuviese horizontal, deberíamos retirar la aguja del disco, reajustar la rueda, y volver a poner la aguja sobre el disco, para mirar de nuevo el brazo desde el lado. Así hasta que se consiga que el plano en el que está el brazo sea paralelo al chasis del plato.
4. REGULACIÓN DE CÁPSULA Y PORTACÁPSULAS
Todos –yo al menos- nos hemos preguntado alguna vez para qué leches sirve la pieza esa de plástico blanco con forma de “L” que viene con el plato.

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Figura 5: Esa pieza tan misteriosa

Sí, esa.

 
Pues bien, aunque parezca una tontería, puede ser una de las claves para que nuestra aguja esté bien regulada. Si os fijáis en ella, en la parte superior tiene una hendidura, y en el extremo alargado, una marca central. Como os podéis imaginar, sirve para algo.
Siento tomar como ejemplo una cápsula tan antigua, pero no tengo ninguna tipo “OM” (que vayan atornilladas al portacápsulas). Podemos insertar la cápsula en esa pieza, introduciendo el pivotillo que tiene la propia cápsula por esa hendidura, y llevando la cápsula a tope hacia atrás:

RegulaCap2

Figura 6: Cápsula introducida “a tope” en la pieza misteriosa

El objetivo de este aparatillo es que podamos ajustar la distancia adecuada desde el eje del brazo a la aguja, y que el ángulo horizontal de ésta con respecto al surco sea lo más transversal posible.
Para lo primero, con los tornillos superiores podemos desplazar longitudinalmente la cápsula con respecto al portacápsulas, por los “raíles” que hay en él, hasta que la aguja y la punta de la pieza blanca queden alineadas (línea punteada azul):

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Figura 7: Ajuste longitudinal de la cápsula

Si miramos la cápsula de frente, mediante los tornillos superiores del portacápsulas, podemos efectuar un pequeño giro. De este pequeño giro se suelen servir en los platos con brazo recto, en el turntablism, porque el ángulo de incidencia no es el mismo que en uno con brazo “en S”, y así pueden provocar más agarre o un acople más natural de la aguja con el surco.Por norma general (brazo “en S”, regulación para “sesión”), se debería alinear la aguja con el punto central de la punta de la pieza blanca (línea punteada, de nuevo):

 

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Figura 8: Ajuste transversal de la cápsula

Las cápsulas “tipo Concorde”, deberían ajustarse a esas medidas, tanto en el ajuste longitudinal…

 

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Figura 9: Ajuste longitudinal “de serie” en cápsulas tipo Concorde

…como transversal:

 

Concorde2

Figura 10: Ajuste transversal “de serie” en cápsulas tipo Concorde

Este es uno de los motivos –quizá el principal- por los que en el turntablism se suele mantener el formato OM (como por ejemplo, las míticas Shure M44-7, o las Ortofon Q.Bert, que también las hay en formato OM).

 

5. AJUSTE DEL PESO DE LA AGUJA 
El brazo del plato no es más que una balanza: la fuerza que ejercerá la aguja sobre el disco es directamente proporcional al peso que se ajuste en la parte posterior del brazo.
Si os fijáis en esa parte trasera del brazo, tiene una hendidura longitudinal (figura 11). El contrapeso se enrosca sobre la parte final del brazo, y lleva una regleta circular.

Contrapeso

Figura 11: Contrapeso

Se inserta el contrapeso en el brazo, y se va deslizando hacia delante o hacia atrás, a rosca, hasta que se consiga dejar el brazo en equilibrio (figura 12). Para ello, es mejor dejar el AntiSkating a 0.
Advertencia: conviene que la aguja no llegue a tocar el patinador (o el disco, o la propia plataforma giratoria del plato; un diamante NO es para siempre).

 

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Figura 12: Brazo en equilibrio

Cuando el brazo esté “flotando” en equilibrio, lo fijamos con la “grapa” o “clip” sobre el que apoya (ver figura 13).

 

Grapa

Figura 13: Brazo fijado con la “grapa”

Ahora, sin tocar la parte metálica del contrapeso, para no desajustarlo, movemos únicamente la regleta circular hasta que su 0 coincida con la hendidura del brazo (figura 14).

 

Regleta a cero

Figura 14: Regleta del contrapeso alineada con la hendidura

El último paso para este ajuste es poner el peso que nosotros queramos que tenga la aguja. En mi caso, como podéis ver en la figura 15, lo he puesto en 3.5 gramos. Se le pone ese peso girando el contrapeso por su parte metálica, sin tocar la regleta. Veréis que se mueven conjuntamente (“solidarios”, me mola la palabra).

 

Regleta a 3.5

Figura 15: Contrapeso ajustado a 3.5 gramos

6. AJUSTE DEL ANTISKATING
El AntiSkating (en adelante, “AS”; significa “antideslizamiento”) es quizá el ajuste menos intuitivo que tienen nuestros platos. Por ello, si no os importa, voy a justificar brevemente por qué y cómo funciona.

 
6.1. Momento de la fuerza de rozamiento 
Salvo por un pequeño arco (con centro en el eje del brazo) que describe la aguja sobre el surco a medida que se va reproduciendo el disco, podemos aproximar que la aguja está quieta respecto al plato. En realidad, es el disco el que se mueve y desliza por debajo de ella (ver figura 16).

MovtoDiscoAguja

Figura 16: Movimientos del disco y la aguja durante la reproducción normal de un vinilo

Como el surco roza con la aguja, existe una fuerza de rozamiento, cuya dirección es tangencial al surco. Como, además, la aguja puede pivotar respecto al eje del brazo, tenemos lo que en física se llama “brazo” (coincide a la perfección con el caso del plato). Si tenemos una fuerza, un brazo, y un eje de giro, se produce un par de fuerza.
En este dibujo quizá se entienda con más claridad (he intentado mantener las proporciones):

 

Par de fuerzas

Figura 17: par de fuerzas en el plato

En rojo represento las fuerzas de rozamiento cuando el disco se reproduce normalmente, y en azul, cuando va “hacia atrás”. Como véis, en los Technics no hay ningún momento en el que el brazo y la fuerza de rozamiento estén alineados, que es cuando el par sería nulo. Esto, sin embargo, sí se pretende conseguir en los platos de brazo tangencial, aunque, por describir la aguja un arco, sólo se podría lograr en un punto de la trayectoria de la misma.
La conclusión que sacamos de este –cutre- razonamiento es que, cuando el disco se está reproduciendo en su sentido normal, la aguja tiende a irse hacia el centro del plato, y cuando el disco cambia de sentido de reproducción, la aguja “se va” hacia fuera (cambia el sentido de la fuerza de rozamiento, así que cambia el sentido del par de la fuerza).
Esa tendencia es la que trata de subsanar el AS. El problema que tiene este ajuste es que cuando compensa la tendencia en un sentido de reproducción, logra el efecto contrario en el otro sentido. Me explico: si ajustamos el AS para que la aguja no tienda a irse hacia el centro del disco cuando se está reproduciendo el disco normalmente, si lo reprodujésemos hacia atrás, la aguja tendría mucha tendencia a irse hacia fuera.
Por eso si se regula para que en sesión la aguja apenas tenga fuerza radial, cuando “punteamos” el primer bombo del disco, puede que incluso salte la aguja cuando hacemos el movimiento hacia atrás.

 
6.2. Regulando el AS 
Después del ladrillaco ese que acabo de soltar (y estamos tan agustiiitoooo), vamos a ver cómo ajustar el AS.
En teoría, bastaría con poner el mismo valor de AS que tiene el contrapeso. Aunque el AS no se mide en gramos, vamos a asumir que esas son las unidades que marca su regleta, por corresponderse con el contrapeso del brazo.
Sin embargo, personalmente prefiero otro método, más práctico. Cogemos un disco que tenga una cara sin planchar. Ponemos la aguja sobre él, pero sin pulsar el botón de “Play”. Nos preparamos para mover el AS, y reproducimos el disco así, con la aguja sobre la cara lisa. Vamos moviendo el AS hasta que la aguja, en lugar de tender a irse hacia fuera o hacia dentro, se quede quieta. Así estaría bien regulado el AS 😉 .

RegulandoAS

Figura 18: Regulación del AntiSkating

Este es el punto donde, por fin, nos alegramos de tener el bootleg de Picotto vs. Camisra 😀 (¡mierda de bombo perdido!).
En mi caso, por ejemplo, para un peso de 3.5 gramos, el valor de AS para el que la aguja estaba quieta fue de 4.1, aproximadamente (disculpad por el desenfoque de la foturria).

 

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Figura 19: AntiSkating = 4.1

Este es el valor para el que esa aguja no se va hacia el centro durante la reproducción normal del disco. Si, por curiosidad, os ponéis a moverlo hacia atrás, veréis lo que pasa.
Entonces, ¿cómo lo dejamos regulado? Por mi parte, lo voy a dejar al mismo valor que el contrapeso, pero lo más probable es que, dependiendo de hacia dónde me salte la aguja cuando me salte –si es que lo hace-, lo regularé para que ésta vaya hacia dentro (AS->0) o hacia fuera (AS->6).
Otro “efecto secundario” del AS, relacionado con el punto de introducción a este tutorial, es que si la aguja ejerce más presión sobre un lado del surco que sobre el otro, sonará a más volumen un canal. Esto se debe a que, al apoyar la aguja con más fuerza sobre una ladera, la rugosidad del surco en ese lado produce más desplazamientos sobre la aguja que en el lado contrario, por lo que aquél se amplifica más. Esto incluso se puede apreciar si los vúmetros de vuestra mesa de mezclas son lo suficientemente precisos.
Ojo, hay que hacer mención a una cosa: en los MK2 el rango del AS sólo llega hasta los 3 gramos, mientras que en los MK5 se alcanza hasta los 6. Me parece que en el M3D también es hasta 3, y en los M5G se llega a los 6 gramos, pero no lo puedo afirmar con certeza. Porque no me acuerdo. ¿Pasa algo? Pos eso.

 
7. RESUMEN
Como sé que este brico seguramente ha sido muy pesadito (como su creador, pa qué engañarnos… snif), aquí os dejo las pautas para ajustar rápidamente el plato, junto con los valores con los que tengo ajustado el mío (Ortofon Night Club S):

Tabla ajuste
Eso sí, no os fiéis mucho de mis valores, porque personalmente creo que tengo demasiado peso en mis agujas (de hecho, estoy pensando en dejarlas a 3 gramos o incluso menos), pero es una manía con origen en otras agujas que tuve (you-tuve 😛 … mierda brico me está saliendo), y me gusta el sonido que sacan 🙂 .
Espero de todo cabez… corazón que este brico sirva para alguien; me sentiría muy bien.

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Análisis de Denon SC3900

Hola a todos de nuevo.

En primer lugar, quiero dejar claro que voy a intentar dejar de lado ciertos prejuicios que normalmente nos acompañan con las marcas; sin embargo, por otro lado no podemos obviar la historia que cada una tiene. Como podéis adivinar, se trata de la eterna discusión Denon vs. Pioneer.

Mi humilde opinión al respecto es que, partiendo de la base de que ambas tienen unos excelentes productos, y aunque haya gente que lo quiera negar, Denon siempre ha estado ahí con los reproductores de CD para DJ (creo recordar que aquellos dobles enrackables eran los DN-D2000, o algo así). Por otro lado, recordemos que Pioneer, con su serie 500, fue la primera en dar visibilidad a los reproductores de carga superior, más parecidos a los platos de toda la vida. ¿Prestaciones de ambas marcas? Por lo que yo he podido comprobar, muy parejas. He tenido Pioneer CDJ-200S, CDJ-800, Denon DN-S300, DN-S3500, y ahora los SC3900. Y personalmente me ha gustado LIGERAMENTE más Denon, por construcción, robustez y prestaciones, pero, insisto: LIGERAMENTE. Me gustó más el DN-S3000 que el CDJ-800, y por eso vendí este último y me quedé con la pareja de Denon. Pero si hubiese hecho lo contrario, no me habría confundido en absoluto. Por favor, releed lo de «ligeramente», que no quiero discusiones.

Pero, de repente, hace unos años, apareció lo que prometía ser el reproductor definitivo. He querido con devoción la serie SL de Technics desde que tengo uso de memoria musical. Y el SL-DZ1200 prometía ser «lo mismo, para CD». Todos estábamos ilusionados. Era ¡hasta bonito!, comparado con los reproductores con tapa de Cola-Cao que teníamos por aquel entonces. Sin embargo… ¡qué pena! Como concepto era redondo -bueno, cuadrado 😛 -, pero la ejecución dejó bastante que desear. Parecía robusto, «pesaba», pero la implementación de software… Aunque por otro lado, creo que se fue muy cruel con ese modelo; no se le dio opción alguna a «reencauzarse» (y me da la impresión de que tampoco hubo mucho interés por parte de Technics).

Desde entonces, la tendencia habitual en la gama media-alta de las dos principales marcas ha sido, como todos sabéis, que Pioneer optase por una configuración de «jog estático», que detecta la presión para saber cuándo vamos a «scratchear», y cuyo lateral sirve para adelantar o retrasar la reproducción, y por otro lado Denon, incluyendo también ese modo, nos ha dado la posibilidad de utilizar un disco, usando un motor de tracción directa de gran par (en los S3000 era de correa, pero iba bastante mejor de lo esperado.

Sin embargo, la mayoría no nos atrevíamos a dar los toques en el lateral de la bandeja giratoria de los Denon, por varios motivos: era más que probable que, sin querer, tocásemos el disco, y empezásemos a scratchear (el lateral era muy «vertical», y ¡con estrías en vertical, absurdo para hacer un ajuste fino!), y, lo más importante, era una bandeja giratoria «demasiado» pequeña como para tener precisión. Sobre todo, si estábamos haciendo una sesión mixta vinilo/CD, era ciertamente distinto el tacto, la precisión al empujar o frenar, que uno y otro reproductor ofrecían. Total, que, al final, acabábamos usándolo como si fuese un Pioneer. O, en mi caso, directamente usaba sólo el pitch bend (+ y -), y el deslizador del pitch.

Seguíamos sin tener la sensación de tener «el reproductor definitivo», el que fuese una traducción directa de un Technics SL sobre audio digital. Sí, teníamos emuladores, mapas MIDI, loops, samplers… y precios de todos los olores, colores, sabores, tamaños y formas. Pero parecía que siempre podía aparecer «algo más».

¿Sería ese «algo más» el SC3900?

 

DENON: SERIES DN-S Y SC

Ya centrándonos en Denon, como os decía he sido el feliz poseedor de un DN-S3000, un DN-S3500, y ahora de un SC3900. No tuve la suerte de tener un DN-S3700, pero, la verdad, no aportaba mucho, PARA MI CASO, con respecto a un S3500.

El proceso mental en mi caso fue: vale, un DN-S3000 «incluye» un CDJ-800 (excepto la creación automática de loops, que iba MUY BIEN en los Pioneer). Adquirí el S3000. Terminé muy, muy contento con ellos. Pero eso de la tracción directa que tenía el modelo sustitutivo, el S3500, sumado a los efectos, al sampler… me llamaba.

Y lo adquirí .Lógicamente, miré también Pioneer, pero me seguían convenciendo más las prestaciones del S3500 que las de un CDJ-850 o incluso un CDJ-1000, para lo que yo necezitraba. Los compré en EEUU, y, por lo tanto, venían con transformador; ningún problema.

Sin embargo, eran muy «exquisitos» con los CDs mal grabados: resulta que estaba usando una grabadora en mal estado, y parte de mi colección de CDs (que, gracias a Santa Tecla, conservo también en WAV) daba problemas al reproducirlos. Pensé en regrabar los CDs, pero era un trabajo realmente tedioso. Y no, NO ME GUSTA REPRODUCIR MP3 para pinchar (a ver si publico algo relativo a eso).

Así que, de nuevo, miré qué había en el mercado. Y parece que me leyeron la mente, no sólo porque los SC3900 pueden reproducir desde un pendrive, sino que, además, ¡pueden reproducir WAV y compartir contenidos en hasta 4 reproductores! ¡Genial! Que sí, que luego tienen MIDI, control de emuladores, y tal… pero sigo pinchando a la vieja usanza, y no creo que le vaya a sacar mucho partido.

Vendí los 3500 una mañana, y por la tarde encargué los SC3900. Al día siguiente llegaron, y…

 

DENON SC3900: PRIMERAS IMPRESIONES

Por suerte, el sistema de fijación del disco es bastante más robusto que en los DN-S3500 (¿quién no ha roto alguna de las «grapas» de plástico que venían? En mi caso, acabé usando un par de juntas tóricas).

La construcción es robusta. Parecen más planos que los 3500, pero más anchos y largos (¡Hala, a rehacer el soporte!). Sin embargo, habría preferido que mantuviesen el frontal de metal; ahora, la apariencia es más «plasticosa», que era algo que no me gustaba de Pioneer. Y pesa. Pesa mucho más de lo que pudiese parecer.

El disco encaja a la perfección, y no parece tener oscilaciones ni holguras. Eso sí, me imagino que a medida que pase el tiempo, el patinador ofrecerá menos adherencia: por ahora, con media hora de uso, el vinilo apenas desliza. Le tendré que poner otro patinador; no problem.

Me gusta que la ranura del disco sea estrecha, para evitar en la medida de lo posible la entrada de polvo. Y que la del USB lleve tapita, pero no se retira con mucha facilidad, y no parece muy robusta en su sistema de anclaje para no perderla.

Sin embargo, hay cosas que, en el ratillo que estuve manejándolo ayer, sí eché realmente de menos: los efectos y, sobre todo, el sampler.

Por suerte, el efecto de «frenada» ahora está implementado directamente en una ruedezitra con la que regulamos el tiempo que tarda en pararse desde que se pulsa el botón de Start (igual que el tiempo de arranque). Y funciona bien, sin generar artefactos, al menos que se escuchen. Pero un flanger o un paso bajo-medio-alto, como tenía en los 3500, viene bien.

Lo peor es lo del sampler; vale, tenemos 4 «hot cues» que funcionan a las mil maravillas, y podemos desatar la vena creativa con ellos, yéndonos a puntos que podemos usar como «samples». Pero la reproducción sigue a partir de ese punto, así que no podemos, por ejemplo, capturar una frase o una palabra y repetirla de vez en cuando; tenemos que ir a ese punto, y sigue la reproducción desde ahí.

Otra cosa extraña, al menos sin tenerla controlada aún, es la generación de bucles. En el 3500 no era automática, y para recortar tenías que ir al modo «trim». Ahora es más fácil: recortamos a la mitad, mitad de la mitad… es decir, es fácil hacer una «metralleta». Peeero, al menos por ahora, no sé cómo hacer el loop automático y que quede bien. Y era música house muy rítmica, sin mucho «groove» que pueda confundir al reproductor.

El scratch va MUY, MUY BIEN. Es preciso; hay una pequeña guía visual de la posición en la que estás en la propia pantalla (parecida a la «galleta» central de los Pioneer). Y el sonido es bastante natural, sin el típico problema de interpolación de este tipo de aparatos (al menos, para mis oídos de hormigón armado).

Eso sí, LO QUE MÁS ME GUSTA: ponerlo en modo vinilo, y usarlo como si lo fuese. Empujar el giradiscos, poner el dedete para frenarlo un poco… tiene MUY BUEN TACTO. El disco, vale, no es un 12″, sino que es de 9″, pero sí nos da esa precisión que añorábamos en los modelos anteriores, a los que hacía referencia al principio de este artículo. Habría dos cosillas a mejorar en ergonomía: la pantalla sobresale del frontal, y hace que, si queremos emplear el mismo «arco» al empujar el disco que usaríamos en un Technics SL, los dedos impacten en la parte lateral de la pantalla, o incluso nos los pillamos un poco. Imagino que los «turntablists» posiblemente pongan el SC3900 en posición transversal, para tener más recorrido. Y la otra mejora «ergonómica» son los botones de pitch bend; en el 3500 eran muy, muy cómodos y fáciles de localizar aun sin mirar el reproductor. En el 3900 están prácticamente enrasados con el frontal, y, al menos en este poco tiempo que he tenido, no me resulta tan intuitivo localizar esos botones.

Una cosa que me ha llamado la atención es que los botones de CUE y START ahora son rígidos. Muchos érais los que os quejábais de que en los modelos anteriores (al menos en el S3000 y el S3500) fuesen de «goma semirrígida», pero en mi caso, esa «flexibilidad» nunca me ha molestado, salvo porque me daba la impresión de que, en el futuro, pudiese amarillear en ambientes de humo o con luz del sol.

El pitch va muy preciso, pero estoy esperando el día en que a los fabricantes de este tipo de reproductores se les ocurra la idea de poner un pequeño vástago interno que haga que se pueda activar o desactivar el «enclavamiento» en el 0%. Es algo físico; no afecta a la resolución del pitch en sus alrededores (como pasa en un Technics SL-12×0 MK2), pero muchos de nosotros tenemos la manía de huir de ese «click» central. Otra cosa relacionada con el pitch que estoy deseando ver en algún modelo es un recorrido «asimétrico»; muchos de nosotros solemos pinchar el 99% de los temas con pitch positivo, o no inferior al -1% ó -2%. Por lo tanto, esa parte negativa del recorrido está desaprovechada; con un reproductor digital, se podría subsanar muy, muy fácilmente. O bien poniendo el rango de -2 a +10 (por ejemplo), para ganar precisión, o bien permitiéndonos ajustar a los usuarios dónde poner el 0% dentro del recorrido. No me parece mala idea.

Eso sí, también tengo que decir que me llevé un «sustete»: abrí el primer SC3900, y todo como la seda. Pero al montar el segundo, y darle a reproducir un disco, de repente se empezó a acelerar el plato hacia atrás que creía que saldría volando. Y al rato, en una mezcla, me quedé sin audio. Apagué y volví a encender, y ya parece estabilizado, pero me dio un poco de «malas vibraciones». A ver si hoy o mañana los pruebo más en profundidad.

Intentaré subir fotos para enriquecer esta entrada un poco, e ilustrar algunos puntos a los que me refería.

Mientras tanto, mi reflexión: hay cosas que echo de menos de los 3500 (sampler y efectos, principalmente). Otras cosas son geniales: el tacto y la fuerza del plato, el poder reproducir en varios SC3900 desde un pendrive, que lea WAV (aún lo tengo que comprobar), o el funcionamiento de los hot cues. Sin embargo, debo decir que, para aquellos que estéis acostumbrados a trabajar sólo con CDs, este SC3900 no aporta una gran cosa. Es decir, para DJs más «clasicotes», entre los que me encuentro, posiblemente el salto generacional que supone no es tan grande como podríamos esperar. Pero si queremos chutar música desde un USB sin gastar ni vinilo, ni lente, ni nada, es buena inversión. Y, por supuesto ,si queremos usar MIDI, emuladores, etc. Pero eso aún me viene grande, je, je.

A ver si profundizo un poco más, o incluso hago algún pequeño vídeo.

Un saludo, y gracias por leerme 🙂 Ah, y disculpad que a veces me ponga un poco pesado con las divagaciones…